- La familia que reza unida, se mantiene unida.
- Por el imperio hacia Dios.
- Si eres español, habla español.
El franquismo buscó siempre llevar al ostracismo a las lenguas minoritarias de España. Una lengua, un idioma, no sirve sólo de comunicación. Representa una identidad, una cultura, unas tradiciones.
Por eso era tan importante para el Régimen acabar con ellas. Facilitaba controlar una sociedad unida sin opiniones divergentes. El lema supremo,"Una, grande y libre".
40 años más tarde siguen insistiendo con debilitar el euskera en Euskadi. Están en plena cruzada para conseguirlo en Nafarroa. Al bable le quedan 3 ó 4 generaciones para su desaparición en Asturies. Y el galego está en declive en Galicia.
Pero ahora se han obsesionado con el catalán.
Decía el nuevo President de Catalunya, Quim Torra, en uno de sus polémicos artículos, "La Lengua y las Bestias":
"...Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo...contra todo lo que representa la lengua....Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN.
Pobres individuos! Viven en un país del que lo desconocen todo: su cultura, sus tradiciones, su
historia. Se pasean impermeables a cualquier evento que represente el hecho catalán. Les crea
urticaria. Les rebota todo lo que no sea español y en castellano".
Esas bestias no son los que hablan castellano. Ni los que sólo hablan castellano. Esas bestias son los que quieren acabar con el catalán en Catalunya. Y llamarles bestias es quedarse corto. Son más que bestias.
Esas bestias nunca descansan. Están siempre alerta. No soportan el bon día, el bona nit, el adeu. Les indigna ver en catalán los menús de los restaurantes, las cartas de los bares o los carteles de las tiendas. Se les hincha la vena con el seny.
Esas bestias son de las que hablamos. Esas bestias son las supremacistas. Tienen forma humana de supremacistas del castellano. Son los yihadistas del castellano. Sólo entienden España en castellano.
Son los que exigen a los colegios públicos poder elegir las clases en catalán o castellano. Los que no entienden que se hable en catalán en el Parlament. O en una rueda de prensa. Son los que solo ven con buenos ojos hablar catalán en la intimidad; y a poder ser, a oscuras.
Ellos son los que utilizan el idioma para dividir. Los que lo criminalizan. Los que llaman adoctrinados a los que lo hablan y a los que lo defienden.
Dejar de hablar castellano en Gipuzkoa, Barcelona o Girona tendría muy poco sentido. Pero dejar de hablar euskera o catalán sería una catástrofe. Conllevaría la extinción de un idioma.
Por eso son bestias. Acechan a su víctima, la merodean.Y cuando ven la ocasión, la devoran.
Estas bestias serían capaces de matar al último lince ibérico con orgullo y satisfacción.
Las bestias del castellano disfrutarían viendo desaparecer el euskera, el catalán, el bable y el galego. Y ese día, colocarían la bandera de España en todos los balcones.
