viernes, 30 de octubre de 2020

HASTA LOS COJONES DEL ALMA

Han pasado 110 años desde el nacimiento de Miguel Hernández. Uno de sus grandes poemas, "El hambre", tiene la misma vigencia hoy que entonces.

Para quiénes critican la subida del Salario Mínimo Interprofesional, porque quienes cobran poco, alguna culpa tendrán. Seguramente no se hayan esforzado lo suficiente:

"No habéis querido oir con orejas abiertas

el llanto de millones de niños jornaleros.

Ladrábais cuando el hambre llamaba a vuestras puertas

a pedir por la boca de los mismos Lucero"


Para quiénes se indignan porque les suben dos puntos el IRPF a los trabajadores que cobran más de 300.000 euros brutos al año:

"Se ejercita en la bestia y empuña la cuchara

dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.

Entonces solo veo sobre el mundo una piara

de tigres y en mis ojos la visión duele y pesa"


Para quiénes les parece bien el libre mercado criminal en el precio de alquiler de la vivienda:

"Los años de abundancia, la saciedad, la hartura

eran sólo de aquellos que se llamaban amos..."


Para quiénes llaman paguita a la renta mínima vital destinada a miles de familias en situación vulnerable:

"Nosotros no podemos ser ellos los de enfrente,

los que entienden la vida por un botín sangriento:

como los tiburones, voracidad y diente,

Panteras deseosas de un mundo siempre hambriento"


Y para los políticos que están muy lejos de entender los problemas de la gente, les regalaría en este caso, los mejores fragmentos de su poema "Los cobardes":

"Ocupad los tristes puestos

de la triste telaraña.

Sustituid a la escoba,

y barred con vuestras nalgas

la mierda que vais dejando

donde colocándose la planta"



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