sábado, 30 de junio de 2018

DOWNLOAD FESTIVAL MADRID: SOBRE SEXO Y SOBRE ROCK


Tres horas y cuarto creo recordar. Ese fue el tiempo que Guns N' Roses estuvo desgranando su discografía en el Download de Madrid. Entre las ciento y pico canciones que tocaron, lógicamente, hubo muchos clásicos. La voz de Axel no dio la talla. El sonido tampoco. Pero lo peor de todo fue la duración. No hay pena que cien años dure, ni concierto bueno que pase de las 3 horas.

Del sonido mejor no opinar. Ya que mi posición era bastante alejada del escenario.
Primero, justo donde empezaba la aglomeración. La cosa pintaba bien. Muy pronto "Welcome to the Jungle". Cuando acabó "You Could me Mine" decidí alejarme un poco y comprar algo de cenar.
Ya sentado tranquilo en una zona algo más despejada con buena visión del escenario, fue justo cuando empezaron el enésimo cover y me dio por pensar.
El rock. Un concierto. Su duración. El sexo. Un polvo. Su duración.

Un concierto de 50 minutos puede ser un polvo de 2 minutos. Poca cosa en principio. Si encima te falla el sonido como a A Perfect Circle, se queda en gatillazo. Por mucho que en la mitad del tiempo hagas una faena apoteósica. Cómo así hicieron. De tener un tiempo acorde a su status, hubiera sido de largo el bolo del festival.

Lo de Guns N' Roses, por el contrario, fue un polvo de hora y media. Te da tiempo a calentarte, a enfriarte y a dejar de tener ganas. Te da tiempo hasta de olvidar que estás follando. Así fue la parte final del concierto.

A Clutch, por su parte, 50 minutos le bastan y sobran para que ambos queden satisfechos. Sexo rápido y pasional. Es la tía o el tío que te mola. Que te atrae un montón y que lo/a tienes en un pedestal. Con razón además. Tiene algo que te vuelve loca.

Abrieron con "X-Ray Visions" y "Firebirds" y ya fue un no parar. Cuando nos dijeron ven, fuimos. Y cuando nos dijeron ¡Vámonos!, fuimos también. Hubiéramos soñado con tres temas más y no con ver un tanque durante 20 minutos en bucle antes de empezar los Guns. De nuevo otro grupazo ninguneado para que otros tocaran su vida entera.

Después de las 3 horas y pico de Guns, pocas ganas quedaban de nada. Pasé de Parkway Drive porque les tengo cruzados y los veo como metal para teenagers. Lo sé. Prejuicios. La verdad es que me tengo que poner con ellos.

Pero me apetecía más Viva Belgrado. Mientras los Guns tocaban, les dio tiempo a hacer 5 setlists en la prueba de sonido. Y seguramente les hubiera  dado tiempo a dar un concierto y a componer el nuevo disco. Ese que después de escuchar su último tema, "Guillotinas", nos tiene a sus seguidores acojonados.
Viva Belgrado es como cuando haces el amor con el hombre o mujer de tu vida. Da igual las veces, cómo y dónde. Siempre te gusta.



Nos agradecieron que nos acercáramos a verlos, en vez de elegir a los australianos. Teniendo en cuenta que veían desde muy lejos. A día de hoy no tengo claro que conexión es más difícil, Córdoba-Madrid o Nueva Gales del Sur-Madrid.
Tocaron los temas que ya vienen repitiendo en sus últimas giras, dejando algún tema fuera por cuestión de tiempo. Cuando atacan con "Por la mañana, temprano" o "Osario" son unos buenos prolegómenos. Cuando Cándido berrea en "Erida" o "El Gran Danés" nos llevan al orgasmo.

De Marilyn Manson, el día anterior, lo mejor sería no opinar. Pero lo haré. A día de hoy es el hombre o la mujer con la que nunca te acostarías. Ni aunque fuera la/el última/o en la Tierra. En el segundo tema ya estaba ahogado y revolcándose por el escenario.
Antaño lo hacía por el clímax al que llegaban sus conciertos. Ahora porque no está ni para 1 hora de pie moviéndose.

El setlist estuvo bien elegido, con muchos temas del "Antichrist Superstar". Buena elección de varios temas más recientes como "Deep Six" o "Say10". Pero faltaron algunos imprescindibles como "The Fight Song", "Rock is Dead" o "Tourniquet".
De todos modos, el problema no fue el setlist. Es la forma en que ahora abordan los temas. Las guitarras no gritan. No tienen distorsión. Todo suena edulcorado. Hasta "The Beautiful People" o "Sweet Dreams". La sensación es la de follar con el calentón en los baños de una discoteca o hacerlo todos los días en el dormitorio, porque ya no hay ni siquiera la suficiente pasión de hacerlo en el salón o en la cocina.

El último día no asistí a la cita. Después de varios encuentros sexuales, ya tenía claro lo que me excitaba y lo que no. Y en este caso con "Ozzy" y "Judas Priest" me iba a quedar satisfecho. Pero uno busca a estas alturas algo memorable. Y eso no lo iba a encontrar.



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