EL FIN DEL 155

El Gobierno decidió no hacer efectivo el nombramiento de Quim Torra como President de Catalunya. La elección de los consellers no les ha gustado. Que incluya en la lista a dos exiliados y dos en prisión preventiva les ha parecido una provocación.

Sabemos desde hace tiempo que el PP además de un partido político es una organización criminal. Así lo indicó el inspector jefe de la UDEF por las actuaciones del ejecutivo en la trama Gurtel.
Lo que no sabíamos es que también es un tribunal de justicia.

Nombrar a dos consellers presos (sin sentencia firme y no inhabilitados) o fugados parece que es ilegal. No lo dice, al menos por ahora, ni el Tribunal Supremo ni el Constitucional. Entre otras cosas, porque no están ni publicados los nombramientos en el BOE. Lo dice un gobierno que aburrido de gobernar, ahora también tiene entre sus funciones la de juzgar.

Hablamos de un golpe de Estado judicial en toda regla. Si el Gobierno considera los nombramientos ilegales, basta con publicarlos y denunciarlos ipso facto a los tribunales competentes.

El caso es más grave de lo que parece. Cs y el PSOE se han sumado a esta decisión. El cumplimiento de la Constitución, el Estatut de Autonomía o el respeto básico a la separación de poderes sólo lo asumen cuando les interesa.

Nos llevan meses hablando del golpe de Estado violento y criminal de Puigdemont. Pero ahora estamos ante el verdadero golpe de Estado. El de Rajoy.
El balance del 155 es de 259 cargos destituidos, 7 exiliados y 9 encarcelados.

Torra ha tenido que nombrar a nuevos consellers para acabar con el golpe de Estado. Con Rajoy censurado, Sánchez será el que acabe con el 155.