Cuando privatizaron Endesa, Red Eléctrica, Iberdrola o Gas Natural no dijimos nada, la competencia en el sector provocaría mejores precios.
Cuando privatizaron Repsol o Cepsa, tampoco dijimos nada. Desde lo privado se gestiona mejor.
Cuando privatizaron el parque público de vivienda, seguimos sin decir nada. La mano invisible de la oferta y la demanda ajustaría los precios de forma justa.
Siguieron con Iberia, Transmediterranea, Seat, Indra o Argentaria. Han privatizado hasta parques públicos.
Y así estamos con el agua (con casi el 50% del suministro en manos de dos empresas privadas, Agbar y FCC), con las autopistas y autovías.
Con la Sanidad y con la educación. Con enormes fondos públicos destinados a centros privados.
Criminalizando a los que quieren impedir la especulación y la competencia desleal en un servicio público de transporte como el taxi.
En el año 2015, les cortaron la luz a 653.772 hogares que no pudieron pagar la factura.
Desde el año 2008, se han producido 600.000 desahucios en España.
Y ahora te sorprende lo caro que está la luz. Lo caro que es el gas. La dificultad de pagar un alquiler o meterte en una hipoteca. O el enorme gasto que conlleva la educación de tus hijos.
¡Es el mercado amigo!
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